Huracán en Cuerpo

Nos encontramos pasando un huracán… ¡Y cómo trae consecuencias en nuestro mutilado cuerpo.

Es difícil sentarse a escribir para describir lo que nos sucede a culpa de tanto cambio y ajuste de sobrevivir, teniendo que hacer tantas cosas que ya no podíamos hacer y que ahora son totalmente necesarias: o las haces o las haces, no hay opción. Y entonces viene el flare sin pausa, pero tienes que seguir moviéndite porque no te queda de otra.

Hacemos de tripas corazón, porque en realidad no hay de otra. ¿Y si te caes, quién te levanta, en quién te apoyas? Y ves la gracia y la misericordia en carne y verbo, porque no te explicas de dónde sale esa fuerza para hacer un poco más a cada momento.Sí, la resilencia desarrollada a necesidad, se hace presente, pero no podemos negar esa presencia superior, que parece columna de soporte ante tu edifcio caído…y te encuentras de pie sin saber cómo, pero de pie. Y al final, eso es lo que cuenta.

Pasamos un huracán y ahora queda trabajo, mucho trabajo que hacer. ¿Y qué les digo? Te drena, te estruja, te exprime; pero es bueno saber que sale olor a perfume y que hay columna de pie para tí.

Levántate y resplandece porque no estás solo, la verdad es que Dios se sigue mostrando de manera insospechada aunque de momento te parezca que no está: Sí está, y sé que yo soy prueba de que eso es así.C__Data_Users_DefApps_Windows Phone_AppData_INTERNETEXPLORER_Temp_Saved Images_22396387_615876851916239_1584244124_o