Y aquí vamos, la fibromialgia en la mujer cuando viene acompañada mensualmente con la visita que le llega a las que aún están en etapa reproductiva: la menstruación (regla, visita, la del mes) con todos sus variantes dependiendo de como le llamen en el lugar del mundo en donde vives.
Sí, porque la menstruación con la fibromialgia es una situación que llevada a matemáticas, pudieras multiplicar por 5 ó 7. Todo depende de tu escala de medición.
En esos días, todo lo sientes peor. Los calambres se intensifican. La inflamación es enorme. El humor simplemente no tiene nombre, ¡es algo descomunal! Y el dolor, ¡qué dolor, qué no te duele! La menstruación con fibromialgia, me atrevo a decir que muchas veces es algo casi indescriptible. Y no, no es una exageración, es terrible. Y sin embargo, debemos funcionar porque el mundo no se detiene por nosotras. El mundo sigue girando y nosotras seguimos en el mismo, por lo tanto, de alguna manera buscamos la forma de poder seguir en movimiento.
Pero, seamos sinceras; realmente quisieramos meternos en un cuarto y no tener que salir para nada. ¿Y, por qué no? Si tiene apoyo, ¡hágalo!, haga provisión y dele tiempo a su cuerpo para poder manejar la menstruación de una manera que sea provechosa para usted y para los que le rodean.
Sí, es el momento de la menstruación acompañada de la fibromialgia que nunca deja de estar. Al final, es una página más del libro que nos toca pasar.